Like a girl

Actúas "como una chica". ¿Un estereotipo ya olvidado?


Actualmente, la sociedad en la que vivimos está más concienciada en torno a los roles de género y la tolerancia, dignidad y respeto que debe existir en este ámbito. Sin embargo, aún siguen siendo muchos los casos en que, ya sea por unas ideologías sociales desfasadas o erróneas arraigadas en la sociedad, existen innumerables situaciones de desigualdad entre hombres y mujeres, hechos que podemos observar en diversas prácticas deportivas tanto a nivel cotidiano como profesional.


Al igual que la situación que pudimos experimentar en el gimnasio por parte de los docentes José Díaz Barahona e Irene Moya Mata, el vídeo Like a Girl muestra cómo entre la población, hombres y mujeres por igual, existen una serie de valores o mensajes hacia los roles de género en el deporte ya normalizados que resultan intolerables. 


El vídeo refleja cómo un conjunto de personas de distinto sexo y edad responden o actúan ante las peticiones de actuar “como una niña”. Por una parte, cuando a los niños y adultos/as les piden correr o golpear como una niña, estos lo hacen con torpeza, debilidad o delicadeza, un comportamiento que probablemente no harían si les pidieran correr como un niño. Sin embargo, cuando son las niñas pequeñas quienes actúan en base a esta petición, estas lo hacen con total normalidad, haciendo uso de todas sus fuerzas y ganas, demostrando que hacer algo como una niña o como un niño no tiene porqué ser un insulto.


De este modo, es posible apreciar cómo a través de este simple experimento social, los estereotipos sobre los roles de género en el deporte no son algo innato, sino un producto fruto de los mensajes y prejuicios generados por la sociedad y asimilados por las personas de una forma progresiva. Por esta misma razón, es totalmente necesario educar a los niños y niñas desde el respeto y la igualdad desde edades tempranas, pues de este modo se evitarán actuaciones futuras incorrectas o irrespetuosas que, incluso algunas personas, por no haber recibido una educación acorde en su momento, utilizan con total normalidad y sin darse cuenta del daño que generan. Es nuestro deber como docentes marcar el camino hacia una sociedad más igualitaria y tolerante.



Este tipo de acciones ocurren tanto en niños como en niñas, aunque hacia estas últimas en mayor medida. Aún así, se trata en ambos casos de actos vejatorios que generan un malestar, inseguridad y dolor totalmente innecesario. Por esta misma razón, es totalmente necesario educar a los niños y niñas desde el respeto y la igualdad desde edades tempranas, pues de este modo se evitarán actuaciones futuras incorrectas o irrespetuosas que, incluso algunas personas, por no haber recibido una educación acorde en su momento, utilizan con total normalidad y sin darse cuenta del daño que generan. Es nuestro deber como docentes marcar el camino hacia una sociedad más igualitaria y tolerante.



Como bien trata enseñar este vídeo, muchas veces la expresión “como una niña” se utiliza con un fin despectivo. Sin embargo, este no es el único tópico o frase estereotipada que hemos oído o experimentado a lo largo de nuestra vida, pues destacan otros muchos como:


  • Esa chica practica boxeo, que “marimacho”.

  • Ese chico practica danza, seguro que es “maricón”.

  • El deporte femenino “ni es deporte ni es femenino”.

  • Ese niño está llorando “como una niña”.

  • No hagas deportes de fuerza, se te pondrá el cuerpo “feo” como a un “chico”.



Muchas de estas creencias y tópicos no son únicamente generados por hombres, pues existen múltiples casos, como el último ejemplo mencionado, donde son las mujeres las que generan ese prejuicio. He podido apreciar este hecho entre mis amigas de toda la vida, las cuales cuando se apuntaron al gimnasio solo hacían ejercicios de cardio y no de fuerza porque otras chicas les habían dicho que “si hacían pesas se les pondría el cuerpo de un hombre”. Ellas, a pesar de querer probar el powerlifting, se negaron a hacerlo no por una falta de capacidad, sino por una presión e inseguridad generada por una influencia social enorme con tópicos hacia las mujeres que se aventuran en estas disciplinas deportivas tachándolas de  “marimachos”



Por ello, creo que es necesario proporcionar unos valores adecuados desde la Educación Primaria, e incluso antes, pues actuar como una niña, un niño, ser gay o no, no debería ser un insulto, y menos algo perjudicial en el ámbito deportivo.


De esta manera, con el fin de combatir estos estereotipos de género en el deporte, he elaborado una propuesta didáctica para llevar al aula en el área de la Educación Física en Educación Primaria. Pues, gran parte de las relaciones entre niños y niñas de igual o distinto sexo se asimilan a través del juego, a partir del cual exteriorizan miedos, alegrías, angustias y obtienen la posibilidad de compensar dichas sensaciones. La actividad propuesta es la siguiente:



LA RULETA DE LOS MINIJUEGOS

Objetivo:

Desarrollo de diversas habilidades motrices (comunicación y contracomunicación motriz, lanzamientos, velocidad, coordinación óculo-manual) y sociales (cooperación, estrategia grupal, convivencia, respeto, ruptura con los estereotipos de roles de género, etc.).

Descripción de la actividad:

En primer lugar, dividiremos la clase en dos grupos, los cuales tras hacer girar por turnos una ruleta de colores que indica una serie de minijuegos y minideportes, deberán enfrentarse en estos, sumando un punto el equipo que gane cada encuentro hasta que, una vez jugados todos los minijuegos, se haga un recuento final.



Entre los minijuegos a destacar hay:


  • Carreras de relevo (con variaciones como saltar a la pata coja, a la comba, por parejas, etc.).

  • Bijbol.

  • ¡Adivina lo que hace el mimo!

  • Balón prisionero



A través de estos minijuegos, logramos en el alumno un desarrollo íntegro, pues a la vez que realizan una actividad física, aprenden a convivir a través del juego al entablar una serie de relaciones con valores sociales positivos, comprendiendo a través de las experiencias vividas en los diversos enfrentamientos cómo el jugar chicos con chicas es es lo más normal del mundo, y que no hay formas de correr, de bailar, de hacer el mimo o de jugar bijbol “como una chica”, pues la práctica de un deporte o juego y su óptima ejecución no depende, ni en una mínima parte, del género del jugador.



Recursos espaciales:

Patio o gimnasio del colegio.

Recursos materiales:

Bigball, petos de colores y porterías.

Duración:

1 hora.




Es de vital importancia recalcar que, no por ser chico o chica estamos privados u obligados a realizar determinados deportes, a actuar de una manera concreta o a tener unos gustos o ideales prefijados, pues todos nosotros tenemos el derecho de vivir en una situación de igualdad de oportunidades y posibilidades para hacer lo que a nosotros más nos guste.



Comentarios

  1. M’ha agradat molt la reflexió, estic completament d’acord amb ell, hi ha que acabar amb els estereotips i lluitar per la igualtat entre homes i dones. El disseny del bloc esta molt cuidat, ha ressaltat amb negreta els punts que considerava més importants i el fet de ficar l’enllaç al vídeo ha sigut molt bona idea ja que podem saber els lectors de que vídeo estan parlant en la entrada. La proposta didàctica es molt interesant i crec que podria funcionar molt bé a l’escola. Aquesta tasca està molt bé treballada i per tant, la nota seria un 9.

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  2. Después de leer esta reflexión sobre los estereotipos, pienso que aunque nuestra sociedad ha evolucionado en cuanto a los pensamientos que se tenían anteriormente, creo que hay mucho trabajo por hacer aún y por suerte, como futuros docentes, podemos trabajarlo. Sobre todo en nuestro ámbito de la Ed. Física surgen a menudo comentarios sexistas, por lo que es muy importante trabajar juegos como los que se exponen en esta entrada. Mi nota es un 9.5

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  3. ¡Hola Álvaro!
    Nosotros no hemos realizado esta práctica y sin duda es una de las más interesantes, pues es un tema actual socialmente relevante y nuestra función como maestros debería ser luchar por la igualdad entre hombres y mujeres y eliminar comentarios sexistas. Gracias por tu reflexión, yo también coincido en que la sociedad es la que genera prejuicios y por ello hay que educar a los niños/as a cuidar su lenguaje y controlar sus comentarios desde bien pequeños. Mi nota es de un 9.5 ¡Enhorabuena por tu trabajo!

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